Tiroteos en Lomas del Mirador: Vecinos dicen que tienen “miedo” de denunciar los hechos

Por qué vecinos de barrios Lomas del Mirador temen a denunciar los episodios de violencia y qué garantías se les ofrecen cuando se animan a dar cuenta de la realidad. 

 

Lomas1En 1979, el IAPV terminó de construir el barrio Lomas del Mirador II, una cuadra al este de su homónimo Lomas I, al final de la avenida Churruarín. Las casas eran muy codiciadas por sus comodidades y el barrio tenía hasta su propia planta de tratamiento de residuos cloacales. 274 familias se establecieron en sus casas propias, anhelo que se vino abajo 10 años después por vicios en la construcción y debieron abandonarlas porque el barrio fue declarado en “ruinas”.
Desde entonces, las viviendas pasaron de mano en mano, por pocos pesos, o fueron intrusadas y la fisonomía del barrio fue otra; incluso hay familias que dicen estar amenazadas.
El ideal del proyecto social no prosperó y desató un enfrentamiento entre propietarios legítimos y usurpadores.
Los propios habitantes aseguran que la delincuencia alteró la vida del lugar.
En 2009, por la hostilidad entre ambos barrios, se levantó un muro de 3 mil ladrillos, 1metro 20 centímetros de alto y 30 metros de extensión que los separó por un tiempo hasta que fue derribado por los mismos vecinos del Lomas II.
Hoy, las balaceras transforman la vida cotidiana de la zona, las opiniones resuenan en cada rincón de ambos barrios y la realidad modifica la vida en las casas, las calles, las aulas y hasta hace menguar los fieles en la iglesia.

El testimonio de quienes viven en la zona de conflicto
Desde el anonimato, un vecino que hace 25 años habita en un departamento del segundo piso sobre calle Gobernador Crespo, añoró aquellos años en los que la realidad del barrio era otra. “Poco a poco comencé a construir mi casa con un quincho para comer asado y jugar un picadito de vez en cuando, era todo campo hasta que se fue poblando con gente humilde, trabajadora y respetable; pero después de los ´90 estos eran terrenos fiscales, y no es por estigmatizar a los pobres, hay una especie de mercado del narcotráfico que se vale de la necesidad de esta gente para su beneficio”, comenzó. “El barrio era tranquilo, teníamos un administrador que organizaba la limpieza y los servicios pero después, lamentablemente, se perdió todo eso, y se pudrió cuando les dieron a los Hijos de María”, apuntó.
“Hoy estamos tranquilos por la presencia policial que hace lo que puede, pero en cuanto dejan descuidado el barrio, comienzan las balaceras entre los que se disputan el negocio de la droga en la zona”, lamentó el vecino. “Está brava la cortada 8 de Octubre y por la Quiróz para abajo, es de terror”, graficó. “Se tirotean a cualquier hora, a la tarde, a la noche, y no miran si hay chicos en la calle, o vecinos caminando. Uno no es dueño de sentarte a tomar un mate en la puerta de la casa y charlar con el vecino porque cuando menos lo esperas, te empiezan a cruzar las balas”, relató el vecino.
Y los testimonios encuentran varios puntos en común: “Esto es horrible; la gente está cansada; hay miedo; así no se puede vivir; uno sale a la calle y no sabe si va a volver; es un barrio que ha decaído, lamentable peor no se vive bien”. “Tengo miedo de hasta salir a hacer los mandados porque ya no es como antes. Los vecinos se callan mucho, el no te metas por terror a represalias”, reveló una vecina que imploró no ser mostrada ante las cámaras.

Mesa de seguridad
Se han desarrollado reuniones entre las vecinales, personal policial y Fiscalía, pero las soluciones no están todavía. Entre los oídos de los vecinos aún se escuchan los disparos del pasado jueves por la tarde cuando se desató un violento enfrentamiento armado entre delincuentes y policías.
Alan Nicolás, presidente de la vecinal de Lomas del Mirado I, comentó sobre la mesa de seguridad conformada con comisaría decimosegunda y un fiscal. “Sabemos que hay temor pero pretendemos que el vecino pierda el miedo, que participe y se involucre, que se acerque a la comisaria a hacer la denuncia correspondiente”.
La violencia social que tiene epicentro en el Lomas es sólo un reflejo de un problema social que nos interpela a todos.
“A mi nunca me han molestado pero estamos pasando momentos difíciles; la cosa se ha complicado por todos lados, no es acá solamente”, mencionó otro vecino que hace 34 años habita el barrio. “Yo tengo rejas en toda la casa, así que no me van a entrar, y el que entre no va a salir”, alertó.

Por temor, los feligreses del Lomas ya no van a misa
El Padre Leandro de la parroquia Santa Rafaela María, comentó: “Con los hechos del pasado jueves, la situación demandó que se suspendieran las actividades, no sólo por los alumnos sino también por las docentes; en ese momento había ordenanzas y albañiles trabajando. Se trató de una situación muy difícil que nos tiene muy preocupados”.
El religioso habló del temor que hay entre los vecinos. “El pasado fin de semana se notó la poca concurrencia de fieles, el domingo a la noche que habitablemente es la misa mas concurrida, cuando celebramos éramos muy pocos”, lamentó. “Y no hay horario, porque antes uno se cuidaba mucho más por las noches pero ahora no hay horarios para las balaceras, ocurren a plena luz del día”.
“Le pedimos a Dios por la serenidad del corazón, la confianza en él porque no sabemos qué hacer para encontrar la calma y un cause al conflicto”, imploró.

 

 

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