El cura que exorcizó a la pandemia y la comparó con los pueblos originarios

El vicario general de la diócesis de Paraná, Eduardo Tánger, protagonizó este jueves una peculiar ceremonia en el atrio de la Iglesia Catedral: realizó un exorcismo para espantar la epidemia de coronavirus. Lo hizo frente a la imagen de la Virgen Nuestra Señora del Rosario en el día en que la ciudad recordó los 207 años de su fundación.


No es la primera que se realiza un exorcismo en las escalinatas de la Catedral: en 2010, durante el Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná, otro cura, José María Pincemín, también realizó un exorcismo para rechazar aquella convocatoria nacional en la ciudad.

Este jueves, Tanger realizó lo que denominó como “bendición deprecatoria contra la pandemia de coronavirus”.

Primero el vicario general dirigió sus ruegos a Dios. “Te rogamos, Señor, que escuches con bondad nuestras plegarias, para que, aunque justamente somos afligidos por nuestros pecados y padecemos la epidemia del coronavirus, por la gloria de  tu nombre misericordiosamente nos libres de esta pandemia, para que, expulsada por tu poder, no haga mal a nadie y deje en paz y tranquilidad a nuestros campos, pueblos, ciudades y a nuestros hogares, a fin de que todos los frutos que hacemos sirvan y den gloria a tu nombre, a tu majestad, y ayuden a nuestra necesidad”, dijo.

Apenas rodeado por unos poquísimos fieles –están canceladas las misas con fieles por la pandemia de coronavirus-, Tanger peticionó a Dios que “maldigas a esta peste del coronavirus que nosotros pecadores rechazamos”.

Entonces, vino el exorcimos.

“Y ahora hacemos un exorcimos: te expulso pestífera epidemia del coronavirus”, bramó el sacerdote.

“Para que te alejes rápidamente de nuestros campos, pueblos, ciudades, de nuestros hogares, y no permanezcamos más en ellos, y que te vayas a otros lugares en los cuales no puedas hacer daño a nadie. De parte de Dios todopoderoso, de toda la corte celestial y de la Iglesia santa de Dios que te expulsa”, pidió.

Después, dirigió sus rezos hacia la Virgen del Rosario, “para que ella aleje la pandemia de coronavirus”.

Entonces, instó que cada fiel haga ese pedido, y que la Virgen, “así como hizo el milagro alejando a los indígenas”, repita aquel gesto de los tiempos del primer cura párroco de Paraná, Francisco Arias Montiel, que salió con la imagen en procesión para pedir por el fin de una sequía, acabe con la pandemia.

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