Excavaron en el patio de la casa del taxista en busca de Pinter

Sin expectativas de hallar restos de la mujer desaparecida en Paraná, se trató de una medida para descartar esa hipótesis, que resultó negativa.


Una de las últimas medidas en la causa por la que se juzgará a Carlos Figueroa por la desaparición de Theresia Pinter fue concretada ayer en la vivienda del imputado, en calle Don Segundo Sombra y Aceval, en el barrio Paraná XVI. Efectivos policiales de la División Homicidios realizaron una excavación en el patio de la finca en busca de los restos de la mujer desaparecida a mediados de diciembre. La medida resultó negativa, pero se cumplió con el objetivo de descartar esa posibilidad.

Cabe recordar que el taxista Figueroa permanece con prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, imputado de los delitos de Robo y Privación ilegítima de la libertad.

El hecho sucedió el 15 de diciembre, cuando Pinter, de 78 años, viajó desde La Paz hacia Paraná para efectuar una extracción bancaria de 11.000 dólares. En la Terminal se subió al taxi de Figueroa, y luego de sacar el dinero se perdió su rastro. En la Fiscalía de La Paz se tomaron algunas medidas, pero cinco meses después se remitió la causa a la capital provincial, donde en una semana se pudo avanzar hasta llegar a la detención de Figueroa.

Se reunieron pruebas importantes que apuntalaron las sospechas sobre el taxista.

La prueba de los videos de las cámaras de seguridad del banco Macro de calle Monte Caseros muestran una conducta extraña del taxista, según indicaron fuentes allegadas a la investigación: la acompañó, sacó turno y hasta fue del otro lado de la mampara para retirar el dinero, que metió en un bolso. Luego salió él primero del banco y metió el bolso en el baúl de su auto. Atrás siguió Theresia, que subió al taxi. Es el último rastro de la mujer.

Además, se hizo una inspección en la vivienda de Figueroa del barrio Paraná XVI para analizar si en la casa se hicieron gastos e inversiones luego de fin de año pasado. Todo indica que ahí está la plata de Pinter, en las reformas estructurales de la vivienda (“hizo una casa nueva”, afirmaron muchos), y otros bienes.

En las últimas semanas terminaron de declarar todos los testigos, desde albañiles, vecinos y familiares, hasta los que conocían qué inversión se pudo hacer en la casa, para determinar cómo era antes y después de la desaparición de la mujer.

La medida que faltaba se completó ayer. No había expectativas en encontrar el cuerpo de Pinter enterrado, ya que ningún indicio lo anunciaba. Pero se debía descartar esa hipótesis. Por eso hicieron pozos donde no localizaron restos humanos, y el perro de rastreo cadavérico de la Policía tampoco marcó ningún rastro.

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