Aceptarnos tal cual somos, el mensaje de Esperanza tras recibir su DNI

En abril, la joven de Gualeguaychú relató su historia. Como la inmensa mayoría de las personas que no cumplen con los mandatos heterosexuales de nuestra sociedad, sufrió desde discriminación hasta maltrato físico. La guerra fue con el exterior que la rodeaba y con su más profundo interior. Hoy su realidad es diametralmente distinta.  


Hace poco más de tres meses, y por teléfono, Esperanza contó su experiencia. Una adolescente trans que, como tantas otras, sufrió todo tipo de discriminación y maltrato por el solo hecho de elegir quien ser en la vida. Una pregunta que muchos jamás logran hacerse, o lamentan hacerlo cuando es demasiado tarde.

Lo cierto es que Esperanza cumplió la mayoría de edad y, en tiempo récord, recibió su documento nacional de identidad. En esta segunda entrevista -esta vez, de manera presencial- relató los cambios en su vida desde que contó su verdad al mundo.

“Después de la nota recibí mucha buena energía, conocí gente nueva, me sentí acompañada, lo que me ayudó un montón con mi seguridad. No me siento ejemplo de nada, pero me hace bien poder compartir con otras personas información que, en su momento, yo no tuve. Eso es lo que más me motiva. Además, recibí mucho cariño de la comunidad trans, con quien, para ser sincera, no tenía mucho apego, por así decirlo. Fue un impulso también para nuestro proyecto de cooperativa textil, que avanza gracias a un cariño y un empeño increíble. La cooperativa va a abrir un cupo laboral para todas las personas trans, eso nos va a cambiar la vida”, contó.

Esperanza Shelene Luján -ese es su nombre completo- decidió cambiar su vida hace un buen tiempo, pero no imaginaba que perder los miedos que la rodeaban y enfrentarlos le iba a hacer tan bien. Y en eso tuvieron mucho que ver las redes sociales, particularmente Instagram, un canal por el cual logró canalizar sus pensamientos, deseos y valores.

“Lo que uno ve es un reflejo de lo que la persona quiere mostrar. Uno no siempre se muestra internamente, más las redes. En redes sociales nada es real. Es así”, aseguró. Aunque, en su caso, la cosa parece ser diferente.

“Crecí muchísimo en las redes sociales, mucha gente comenzó a seguirme, a apoyarme. Lo hacen por cómo soy como mujer, por mi personalidad, por los valores que tengo y por cómo me expreso. No porque salga a decir que soy trans, o porque use eso como publicidad. No lo necesito, tengo mucha seguridad, me ayudó un montón la nota y el apoyo de la gente. Soy una persona con mucha autoestima y trato de demostrarlo en las redes. Trato de darle aliento a otras mujeres que no se sienten seguras, porque sé que cuesta, porque lo pasé. Yo tenía la autoestima por el piso, más que nada por los estereotipos que la sociedad te inculca desde que nacés. Pero una tiene que aprender amarse con lo que tiene, porque el cuerpo la va a acompañar el resto de vida”.

-¿Es un desafío de todos los días?

-Es una lucha constante de todas las mujeres esto de llenar estereotipos que la sociedad impone. Por un tema estético y por lo que se puede hacer y lo que no. Creo que hay que romper con esas barreras, en mis redes sociales lo hago, no me parece que esté mal, por ejemplo, mostrarse en ropa interior, porque tenemos un cuerpo y es lo más normal del mundo.

-Vos porque sos linda, ¿cuántas veces te dijeron eso?

-Esto es así: si sos linda te dicen ‘ah, no parecés trans’, un comentario de mierda, porque ¡hay estereotipos hasta para ser trans! Es algo que no se entiende, la sociedad es muy machista. Yo tuve sobrepeso, fui una persona que para la sociedad no era atractiva. Pero cuando me di cuenta que los estereotipos me los tenía que crear yo sola, de lo que quería y me hacía sentir bien, ahí empecé a cambiar. Hoy me valoro mucho y soy segura de mí misma.

-Del 1 al 10, ¿cuánto era tu seguridad antes y cuánto ahora?

-Antes era 1. Era muy insegura, me miraba al espejo y lloraba. Los comentarios me hacían mal, yo no me quería, no me aceptaba. Me costó un montón, años, tener la seguridad que tengo hoy en día. Igual con mi pesó, porque tuve problemas de alimentación. Pasé de los 90 kilos a 57, era muy flaquita. Fue muy difícil para mí recuperarme de eso. Pero ahora que ya lo pasé, y con 18 años fueron muchas las experiencias, quiero dar mi testimonio. Me gusta contarlo para que les sirva a las otras personas, para que puedan aceptarse a sí mismas.

-¿Qué uso le debas a Instagram antes y cuál ahora?

-Antes tenía un perfil privado, no me gustaba mostrar mucho, lo que subía eran cosas familiares, o con amigos. Pero, al aumentar tanto y tan rápido la cantidad de seguidores -en pocos días, pasó de 4 mil a 10 mil aproximadamente-, me di cuenta que tenía que empezar a dejar de subir tanto contenido personal, y hacer otra cosa con las redes sociales.

-Te convertiste en influencer…

-En pocas palabras, sí. Un día me puse las pilas y empecé a subir contenido de mejor calidad. Subir buenas historias, hablar de cosas importantes… ya que tanta gente me apoya lo tengo que aprovechar, porque me sirve a mí y le sirve a los demás. Decidí mostrar toda mi seguridad para que cualquier persona trans, o cualquier persona en general, se sienta cómoda con su cuerpo.

-Aunque no quieras, sos ejemplo de mucha gente…

-A eso lo sé, porque muchos me lo dicen. Pero no me gusta, porque siento que tengo que medir lo que digo por si va a caer bien o va a caer mal. Por eso decidí ser yo. Yo soy lo que muestro en las redes, soy una persona transparente que no tiene problemas en decir lo que piensa. Eso es lo que me ha hecho crecer, tanto en las redes como en lo personal. Mi seguridad aumentó un montón cuando me di cuenta que no tengo que llenar ningún estereotipo ni hacer algo para que la otra persona se sienta cómoda.

El DNI

Durante cuatro años, mientras fue menor de edad, Esperanza no logró poder hacer su DNI. Las trabas fueron constantes. Hoy, ya mayor, lo aprieta en sus manos mientras es entrevistada. “Me llamaron (del Registro Civil) ni bien salió la nota, me pidieron disculpas por lo que había pasado. Pero yo decidí esperar hasta los 18 para hacerlo”, contó.

“Cada vez que no podía hacer el DNI me bajaba mucho la autoestima. Tenía 15 años cuando empecé con el cambio de identidad. Teniendo una ley que me avala, me costó muchísimo hacer el documento. Ahora, creo que estoy aportando a que las personas no pasen más por esas situaciones”.

-Tu granito de arena…

-En un mes tuve el DNI, y sé que fue así de rápido por la repercusión que tuvo el tema. Pero si lo hicieron rápido para mí, lo pueden hacer rápido para cualquiera. Para mí fue un momento hermoso, un sueño. Hoy me siento completa, después de tanto. Ojalá que pueda empezar a ser así para todas las personas.

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