Productores de cerdos denuncian que se importa carne de Brasil para especular con el precio del dólar

El productor e integrante de la Cámara Entrerriana de Productores Porcinos (Caper) Juan Pablo Cerini expresó la preocupación del sector por las importaciones de Brasil y contó que el tema fue planteado ante las autoridades provinciales y nacionales.


“El objetivo inicial era visualizar la situación. En los dos últimos años han crecido exponencialmente las importaciones, por diversos factores, y eso tiene un impacto muy fuerte en toda la cadena de producción y la comercialización y no significa ninguna ventaja para el consumidor porque no se evita que los precios crezcan al ritmo de la inflación. Es simplemente un negocio que están haciendo algunos para comprar dólares baratos, fundamentalmente, y de alguna manera afectan la integración y la forma en que se comercializa el cerdo argentino en nuestro país”, dijo el productor en diálogo con “Aire de Todos”.

Contó que la entidad que integra le presentó una nota al ministro de Producción de Entre Ríos, Juan José Bahillo, para ponerlo en conocimiento de la situación, y apuntó que en dos años la importación de cerdo creció el cien por ciento. “Le transmitimos la preocupación al ministro, sabiendo que es una cuestión de índole nacional, pero también a nivel nacional, la Asociación Argentina de Productores Porcino ha manifestado la preocupación y ha pedido que se tomen algunas medidas para, de alguna manera, ralentizar o disuadir la importación de algunos cortes que son las que generan la dispersión”, explicó.

Cerini contó que “históricamente, la industria chacinadora ha importado siempre cortes para introducirlos al proceso productivo, como jamón cocido, paleta cocida, con cortes que no son tan nocivos para la cadena en general”. “Los cortes más nocivos (para la venta de productos argentinos) son la bondiola y el solomillo, que vienen directamente a la góndola del supermercado y se vende como fresco, lo que es bastante desleal porque el consumidor no sabe que ese corte estuvo congelado y que se descongela en la góndola”, continuó.

El entrevistado sostuvo que si se deja de importar no habrá faltante de cortes como la bondiola en el mercado consumidor, y de ese modo desestimó alguna explicación que se había dado sobre la autorización con que cuenta la importación de carne de cerdo proveniente de Brasil. En cambio, centró la situación en un negocio que consiste en aprovechar la diferencia en el precio del dólar para importar. “El gran negocio, cuando hay un atraso cambiario del dólar oficial, como el que estamos sufriendo ahora, consiste en comprar con el ‘dólar bondiola’, que es un dólar de 120 ó 125 pesos, y venderlo en el mercado interno, en una economía que está dolarizada, a un dólar más cercano al libre; ahí está realmente el negocio”, explicó.

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