Mangeri fue condenado a prisión perpetua
Fue sentenciado por el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de la Capital Federal en el juicio que se le siguió por el crimen de la chica de 16 años que hace dos años fue asesinada y arrojada a la basura en el barrio porteño de Palermo.
Tras cinco meses de juicio, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de Capital Federal consideró a Jorge Néstor Mangeri (47) culpable y autor de “femicidio en concurso ideal con abuso sexual en concurso ideal con homicidio criminis causa”, según el veredicto leído en el Palacio de Tribunales.
El portero Jorge Mangeri fue condenado a prisión perpetua por la muerte de la adolescente Ángeles Rawson ocurrido en junio de 2013 en el barrio porteño de Colegiales.
El Tribunal Oral Criminal 9 lo consideró culpable por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haber causado un grave daño a la salud física de la víctima y femicidio agravado por haber sido cometido criminis causae.
Mangeri aseguró esta mañana que es “inocente”. “No tuve nada que ver con la muerte de Mumi”, acotó el portero en un breve alegato, aludiendo al apodo de la adolescente de 16 años al dar sus últimas palabras ante el tribunal.
En las jornadas previas, en sus alegatos, la querella encarnada por el abogado Pablo Lanusse y la fiscalía a cargo de Fernando Fiszer y Sandro Abraldes, coincidieron en el pedido de prisión perpetua para Mangeri, mientras que Tenca demandó la nulidad de los alegatos y de los pedidos de pena y, en consecuencia, la absolución de su cliente. Ángeles Rawson desapareció el lunes 10 de junio de 2013 cuando regresaba a su casa del barrio porteño de Palermo.
Las cámaras de los edificios registraron el momento en el que la joven ingresó por la puerta principal del edificio donde vivía junto a su familia. Al día siguiente su cuerpo fue hallado en el predio de la Ceamse de José León Suárez, y días después el portero fue detenido a raíz de una declaración en la que se autoincriminó.
A los pocos días, Mangeri dijo ser inocente y que la declaración que había hecho fue tras ser amenazado por un grupo de personas a las que nunca identificó en el expediente, y de quien dijo haber recibido una golpiza, aunque una pericia determinó que las heridas habían sido autoinflingidas.