La trágica historia detrás del crimen del remisero
Salió a trabajar durante el feriado porque su familia no tenía para comer. Poco antes del crimen le dijo a su mujer que ya había recaudado para comprar los alimentos. Pero sus hijas no sólo se quedaron sin cena, sino sin su papá.
Julio López, de 42 años de edad fue brutalmente asesinado este martes por la noche en la capital entrerriana.
Era feriado en la provincia de Entre Ríos, pero había decidido trabajar porque su familia no tenía para comer. Y extendió dos horas más su turno, por eso se le hizo de noche.
Así, con la intención de recaudar 200 pesos y poder comprar los alimentos para la cena, salió a manejar el remís. Quería cumplir con su tarea como sostén de familia, y que sus hijas de seis y 12 años pudieran tener un plato de comida en la cena.
Con su trabajo había logrado juntar unos pesos y se comunicó con su mujer. Le dijo que ya tenía para la comida, así que en un rato volvía a su domicilio. Pero nunca llegó. Sus hijas no sólo se quedaron sin comer, sino que les arrancaron su papá.
La comunicación fue pocos minutos antes de que una pareja de jóvenes lo despojara no sólo del sustento para su familia, sino de su vida.
La difícil situación económica por la que atraviesa la familia es hoy una gran preocupación, al punto que los propios colegas de López expresaron en sus manifestaciones que uno de los principales reclamos es que se brinde asistencia económica a la viuda y sus hijas. Incluso, se estaban organizando para ayudarlas entre todos.
“Él siempre anduvo arriba del auto y nunca le había pasado nada. Fue al voleo, una casualidad”, dijo el hermano de López, mientras los restos eran velados en el Cementerio Municipal, puesto que la víctima no tenía ningún tipo de cobertura social.
Incluso, el propietario de la empresa de remises San Cayetano, Mario Barreto, relató que “vendía tortas fritas en el Parque Urquiza. El esfuerzo para él y la familia era gigante”.
El remisero, Jorge Guillerón, se preguntó: “Qué subsidio le pueden dar, 2.000 pesos. Más de eso no le van a dar. La señora de qué vive si no tiene laburo. A las criaturas les sacaron el padre. Quien se hace cargo de eso. Nosotros vamos a poner una moneda entre todos para que la señora pueda comer todos los días, pero no somos quienes tenemos que hacernos cargo, porque estamos todos en la misma situación. Estamos 20 horas sentados en el auto”.