Denuncian que la maestra asesinada frente a sus alumnos no recibió protección de la Justicia
Una amiga de María Eugenia Lanzetti, quien tenía 45 años, contó en Aire de Todos los padecimientos que sufrió la mujer en el último año y denunció que la Justicia nunca la protegió. María de los Ángeles Bertorello expresó este jueves a la mañana en diálogo con FM Baxada: “Estamos como podemos, con esta atrocidad que pasó, era sabido que algo así iba a ocurrir porque no la protegió nadie”, se lamentó.
La maestra jardinera María Eugenia Lanzetti fue degollada este miércoles frente a varios niños en el aula de la guardería donde trabajaba, en la ciudad cordobesa de San Francisco, y por el crimen detuvieron a su expareja. María de los Ángeles Bertorello, amiga de la víctima, contó a Aire de Todos, que el año pasado “la molió a palos” y desde entonces la mujer hizo varias denuncias contra el padre de sus hijos. “Era sabido que algo así iba a pasar porque no la protegió nadie”, lamentó.
Este jueves a la mañana eran velados los restos de la docente, cuyo crimen fue cometido alrededor de las 11 del miércoles en el jardín maternal “Estrellitas traviesas”, que funciona en un centro vecinal situado en La Rioja 2653 del barrio Jardín de San Francisco. Su expareja Mauro Bongiovanni fue el autor del asesinato.
Eugenia y María de los Ángeles eran amigas desde 1981, cuando se conocieron en la escuela secundaria. Consultada respecto a la situación de violencia a la que era sometida la víctima por su exesposo, comentó que “el año pasado la golpeó por primera vez, la molió a palos, de ahí en más empezó a sufrir y nadie hizo nada para cuidarla”, se quejó.
“La golpeó después de una fiesta, estaba un poco tomado, ella alcanzó a llamar a su hijo más grande que había salido y cuando llegó le hizo frente al padre”, relató. Seguidamente, indicó que la mujer víctima de violencia “se fue esa noche, la Policía le dijo que se fuera a la casa de los padres y durante dos semanas vivió con ellos”. Dos semanas después la Justicia logró que Bongiovanni dejará la casa familiar, y María Eugenia pudo volver a vivir con sus hijos.
Más adelante, contó que “la restricción (para acercarse a la víctima) no fue otorgada enseguida, él volvió a entrar a la casa, quería volver, entró dos veces con un arma de fuego. La última vez que entró le destrozó la casa, la Policía lo internó en Salud Mental del hospital de San Francisco, pero ingresó un sábado y el martes andaba suelto de nuevo”, denunció la amiga de la docente.
El hombre vivía a media cuadra de la casa de Lanzetti y “después de muchas idas y venidas” la mujer había logrado que la Justicia le otorgara un botón antipánico.
“Se cansaba de ir a hacer denuncias y nadie la escuchaba, no la protegieron, no hizo nada la Justicia, él no estaba en tratamiento psiquiátrico, él era consciente de lo que hacía, tenía que tomar una medicación pero nadie lo controlaba”, aseveró la mujer.
Respecto al crimen, Bertorello relató que ocurrió en “una sala maternal donde hay chicos de corta edad, él entró y no lo pudieron detener, estaba enloquecido, su meta era matarla y lo logró, y nadie de la Justicia no hizo nada”, reiteró.
“Que no lo hagan pasar por loco, ayer después que la mató salió caminando como que nada y se fue a su casa”, afirmó la mujer quien agregó que “en este país las mujeres no tienen protección para nada”.
Por último, dijo que “la solución que le daban era que ella se tenía que mudar. No voy a parar hasta que acá se haga Justicia porque la mató como a un perro, no se olviden de este caso, no va a ser el último”, finalizó.