
Denuncian abogado por negociar indemnización a espaldas de su cliente
Un camión mató al hijo de José Favero, de 7 años, en Strobel. El hombre pide que investiguen al abogado Maximiliano Casey por el oscuro acuerdo al que llegó con la aseguradora.

Cuando se enteró de la maniobra, recurrió a otro letrado y denunciaron al primero por estafa en la Fiscalía de Diamante, pero aquí, llamativamente, le dijeron que no había nada por hacer. Ahora esperan que el Tribunal de Apelaciones de Paraná y los fiscales de coordinación de la Procuración General ordenen que, al menos, se investigue qué pasó.
El 30 de setiembre de 2013 un camión atropelló a Bautista y terminó con su vida. Los padres recurrieron a un abogado conocido de la familia para que se encargara de la acción civil. Maximiliano Casey, oriundo de Nogoyá, les hizo firmar un poder para representarlos en la causa. A fin de ese año hubo una instancia de mediación, en la que las partes no llegaron a un acuerdo por la demanda, y la causa siguió.
Pero pasaba el tiempo, y José Favero no tenía novedades al respecto. “Le mandaba mensajes al abogado y me decía que no pasaba nada. Incluso le tuve un vehículo guardado en mi casa un año y medio, y cada vez que iba le preguntaba y me decía ‘viste cómo es la Justicia en Argentina’, haciéndose la víctima”, contó José. Le dio a entender que no había más nada por hacer.
La familia se mudó a Libertador San Martín porque el accidente en el que perdió la vida Bautista fue a tres metros de la puerta de su casa en Strobel. Encima, como por la tragedia José faltó 15 días al trabajo en una empresa de Crespo, donde hacía trabajos de mantenimiento, lo despidieron. Pero salieron adelante y ahora el hombre trabaja en la construcción.
El año pasado, algo le decía a José, en su interior, que tenía que averiguar por otro lado. Así fue que consultó al abogado Heduerd Benavídez, en Libertador San Martín, quien no podía creer lo que el hombre le estaba contando. El 20 de setiembre de 2015 le firmó el poder e iniciaron la demanda civil a la aseguradora, apenas 10 días antes de que la causa prescribiera.
Así aparece un acuerdo transaccional celebrado por Casey con la compañía y se descubre que a espaldas del cliente habría transado el juicio, hacía ya un año. La empresa interpuso una defensa de transacción: presentaron el acuerdo, firmado por el abogado, por 25.000 pesos, pese a que el reclamo había comenzado con más de 1 millón.
Sorpresivamente, a principios de octubre, Casey hizo un depósito judicial para Favero de 25.000 pesos. Se sospecha que este abogado, al enterarse de que su maniobra quedó al descubierto, fue al banco y depositó la cifra que figura en el acuerdo con la aseguradora, del cual Favero no sabía nada, ni había otorgado ningún consentimiento. Por eso, José no aceptó el depósito.
A la tragedia del hijo le siguió la aparente estafa, pero faltaría un tercer episodio que la familia Favero iba a padecer, esta vez en la Justicia. Cuando José fue al Juzgado de Diamante, junto a su actual abogado Benavídez, para denunciar a Casey, el fiscal auxiliar Germán Palomeque le dijo que lo habían engañado. José recordó: “El fiscal en la cara me dice ‘tu abogado te recagó, pero no vamos a hacer nada’, siendo que tiene muchas pruebas aportadas como para que investigue pero no quiere hacer nada, absolutamente nada, es una vergüenza. No quiero, pero cada día me convenzo más de que es tan cómplice como el abogado para concretar el fraude”.
Ante la negativa del fiscal a investigar, al menos lo que sucedió, Benavídez apeló esta decisión, que ahora será revisada en los Tribunales de Paraná. Plantearon que se trató de un fraude demasiado evidente, y ni siquiera abrir una investigación demostraría un desconocimiento supino del Derecho. Ahora tienen la esperanza de que los jueces escuchen el pedido y hagan lugar a que se busque la verdad de lo sucedido.
Asimismo, según se informó a UNO, se abrió una investigación en el Colegio de Abogados de Entre Ríos para analizar si Casey incurrió en infracciones al reglamento ético del ejercicio de la profesión.
José contó que, hace unos días, decidió hacer pública la denuncia en Facebook, la cual tuvo repercusiones positivas y negativas: “Hice la publicación para que se viralice y apareció gente contándome que este tipo los estafó. Y después me amenazaron en la calle, desde un auto gris”.
A Favero y su familia no les interesa el dinero ni tampoco buscan venganza contra el chofer del camión, que ya carga con una cruz por el trágico episodio: “Yo no estoy pidiendo por plata, sino justicia por el acto de mala fe que hubo”, aseguró José.