Cierre de listas a las apuradas
Exequiel Flesler para La Gaceta Online
LA UCR por primera vez no tiene candidato a gobernador. El interventor del PRO inventó y destruyo Cambiemos en diez días. El FpV se allanó a las decisiones de Urribarri. El massismo se unió ante la desesperación. El socialismo y la izquierda son opciones para disgustados con la política tradicional.
Los armados político-partidarios y la campaña comenzaron a ordenarse con la modificación de la legislación en materia electoral que promovió el gobernador Sergio Urribarri sobre el filo de lo permitido por el calendario electoral.
La legislatura aprobó una normativa acompasada a la nacional, estableciendo, entre otros puntos, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) también para los cargos provinciales.
Con el cronograma electoral en marcha, el oficialismo aprobó otra reforma en la legislación electoral. Según la versión oficial, una “aclaración” que impedía a los partidos de cualquier alianza -aunque pensado especialmente para Cambiemos- pegar la boleta ganadora de la interna de gobernadores con más de un candidato a presidente en las generales.
Cambiemos, o destruyamos
Después del naufragio de Unen (aquella experiencia política que pretendió encauzar un espacio de centroizquierda con la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista y la Coalición Cívica) llegó la Convención de Gualeguaychú de la UCR en donde quedo afianzada la alianza de éste partido con el PRO.
A la UCR y al PRO se le sumaron, a días del cierre de listas, el massismo, en sus tres variantes, el GEN, FE y Unión por la Libertad.
En principio la alianza presentaría tres fórmulas para la gobernación. Una amarilla, encabezada por Alfredo De Angeli. El massismo intentaba llegar a una fórmula única, sintetizando las opciones que promovían Adrián Fuertes con la de Gustavo Zavallo. Por la UCR había dos opciones, la de Atilio Benedetti y la de Fabian Rogel.
Los acontecimientos se precipitaron. El radical Benedetti presentó una fórmula acompañado por el massista Adrián Fuertes. Fue una fórmula tan competitiva como fugaz. Sumaba la mayoría de la estructura partidaria del radicalismo con el massismo y, en definitiva, con casi todo el peronismo disidente. Había en la dupla, y en el bustismo que terminaría sumándose, voluntad de poder. A horas de presentar la lista, Benedetti se bajó sin dar explicaciones contundentes de su decisión. Si bien no él, gente de su confianza ocupa lugares en las listas del PRO. Atilio Benedetti debe dar explicaciones, a los entrerrianos, a sus correligionarios, a la Historia del Partido.
De apuro, 12 horas antes del vencimiento del plazo para presentar candidaturas, Fuertes terminó reinstalando su postulación a gobernador escoltado por el exprimer mandatario provincial Jorge Busti como vice y con el acompañamiento de todos los que avalan las candidaturas de Sergio Massa y de José Manuel de la Sota en Entre Ríos. Armaron una lista a las apuradas y deberán correr desde muy atrás. Cuentan con el conocimiento de la provincia y con que Busti es uno de los políticos más conocidos. Un arma de doble filo. Puede ser la experiencia. Puede ser la vieja política. Se verá en las urnas.
El radicalismo tenía otro candidato, Fabián Rogel. Nadie creía mucho en su postulación definitiva, aunque él decía que esta vez iba en serio. Lamentablemente, para el partido radical que se quedó por primera vez sin candidato a la gobernación, terminó bajándose. Promete para las próximas horas detalles de los motivos de su capitulación. Con suerte será material para los libros de historia. No creemos que pase de acusaciones a Benedetti y al presidente del partido, Fuad Sosa, de haber entregado a sabiendas “los ideales y la historia del centenario partido”.
El Partido Radical no tiene candidatos. Punto. Lo demás, para el anecdotario.
El único que quedó en pie fue Alfredo De Angeli, que eligió al empresario y exdirigente político Lucio Godoy como vice. Mas por mérito de Rogelio Frigerio, interventor del PRO en Entre Ríos, que por habilidades políticas de De Angeli, el espacio destruyó al radicalismo, impuso condiciones. En definitiva, la propuesta del exdirigente ambiental y federado que luchó contra la Resolución 125 es la opción más potente para enfrentar al urribarrismo por fuera del peronismo.
El Frente Para la Victoria
Seguramente ya se dijo, pero el nombre del espacio lo define casi por completo. Es un espacio político que antes que nada piensa en la perpetuidad. Piensa en llegar al poder y conservarlo. Después vienen las acciones de gobierno. Positivas o negativas, todo opinable.
Por primera vez el peronismo prometía internas de verdad. Había tres candidatos competitivos en carrera. El intendente de Concordia, Gustavo Bordet. El Ministro de Gobierno, Adán Bahl y el diputado nacional Julio Solanas.
El mismo gobernador había prometido juego limpio para todos los que legítimamente quisieran participar en las PASO. Es más, la modificación de la ley electoral fue en ese sentido. En el de allanar el camino a una interna del urribarrismo. Candidatos a gobernador, a intendente, a la senaduría, todos podrían pelear por un lugar.
La democracia partidaria duró poco. La voz del Gran Jefe se oyó. No habrá internas. Lista única, Bordet como candidato a suceder a Urribarri y Bahl acompañándolo. Solanas, si quiere, que repita como diputado. La orden debió imitarse en las principales ciudades. Hubo motines -Víctor Hugo enseña que la diferencia entre “motín” y “rebelión” es que estas triunfan, mientras que los primeros fracasan- que no pasaron de protestas en los pasillos de Casa de Gobierno y alguna amenaza de irse azotando la puerta. Nada pasó. Enojados o no todos quedaron bajo la tranquila sombra del Partido Justicialista.
Con el ordenamiento impuesto, el PJ se encamina a conservar el poder. El tiempo dirá que grado de autonomía alcanza el nuevo gobernador respecto de Urribarri, que lo marcará de cerca en la Cámara Baja provincial como intentó hacer Jorge Busti cuando impuso la candidatura del hoy gobernador.
Otras opciones
El Partido Socialista presenta al actual diputado provincial Lisandro Viale como candidato a gobernador. Lejos de las pretensiones a las que aspiraban con Unen, la candidatura busca apuntalar a los candidatos locales, como Marcelo Haddad en Paraná, y a conservar alguna banca en la legislatura.
Por último, el MST – Nueva Izquierda lleva como candidato a gobernador al docente Gabriel Geist. Dos metas: llevar a Luis Meiners a la Cámara de Diputados provincial y consolidarse como el espacio de izquierda no capitalista en Entre Ríos.